Este 13 de junio se estrenó la más esperada secuela de Intensamente, dónde su protagonista Riley entra a la pubertad navegando en un mundo nuevo de emociones, sensaciones y vivencias diferentes que le harán atravesar por un proceso de crecimiento en su personalidad.

La adolescencia es una de las etapas más complejas para el ser humano puesto que no sólo hay cambios físicos, ¡biológicos, químicos, sociales, hormonales… de todo! Lo que me gusta del argumento narrativo es que entramos en un nuevo escenario: el estrés en adolescentes, nuestra cultura adulto-centrista se basa en pensar los problemas de la niñez-pubertad como «poco relevantes», el nivel de estrés en la cultura norteamericana ha aumentado así como el miedo al «no éxito», la segregación social, económica, las diferentes realidades y entornos de los pubertos se ve amenazada con nuevos esquemas sociales rígidos, basta ver el índice de decesos, desapariciones, trastornos mentales, adicciones, etc., son seres vulnerables que están expuestos a estímulos diarios y aunque deben encontrar su propio camino es importante no dejarlos de lado ni desintegrarse de sus dinámicas escolares o sociales.

Es interesante la analogía que hace referencia a la «frustración» de las emociones básicas para la superposición de estas nuevas emociones (Envidia, Vergüenza, Aburrimiento y Ansiedad) y es que no es de todo falso, son inumerables las veces que reprimimos emociones y/o deseos por una causa mayor, en esta reflexión es necesario decir que no es negativo ni positivo ya que las situaciones serán diferentes en otros escenarios, lo que es importante llevarnos de tarea es enfocarnos en la regulación de nuestras emociones y en caso de no saber, acudir a un profesional, romper el tabú del «psicólogo es para gente loca», un buen equilibrio siempre llevará a un mejor desempeño, no importa si no sabes pedir ayuda, lo importante es pedirla, sobre cargar la barca hará que se hunda el bote.

Es necesario validar nuestras propias emociones y ser conscientes de las emisiones de los demás, aun cuando son infancias y adolescentes, todo ser humano necesita salud y estabilidad emocional